contraculturaCyberpunk.blogspot.com

¿La pastilla Azul o la pastilla Roja?

«Estás porque sabes algo, aunque lo que sabes no lo puedes explicar, pero lo percibes. Ha sido así durante toda tu vida. Algo no funciona en el mundo. No sabes lo que es, pero ahí está, como una astilla clavada en tu mente y te está enloqueciendo. Esa sensación te ha traído hasta mí ¿Sabes de lo que estoy hablando? ¿Te gustaría saber lo que es Matrix?. Matrix nos rodea. Está por todas partes, incluso ahora, en esta misma habitación, puedes verla si miras por la ventana o al encender la televisión. Puedes sentirla, cuando vas a trabajar, cuando vas a la iglesia, cuando pagas tus impuestos. Es el mundo que ha sido puesto ante tus ojos para ocultarte la verdad: […] Que eres un esclavo igual que los demás, naciste en cautiverio naciste en una prisión que no puedes ni oler ni saborear ni tocar. Una prisión para tu mente. Por desgracia, no se puede explicar lo que es Matrix, has de verla con tus propios ojos. Esta es tu última oportunidad. Después, ya no podrás echarte atrás. Si tomas la pastilla azul, fin de la historia. Despertarás en tu cama y creerás lo que quieras creerte. Si tomas la roja, te quedas en el País de las Maravillas y yo te enseñaré hasta dónde llega la madriguera de conejos. Recuerda lo único que te ofrezco es la verdad. Nada más.»

MORPHEO




Matrix es un famosa película de ciencia ficción estrenada en 1999, que trata sobre la relación entre la Matrix y su protagonista Neo. Neo es un programador que ha escuchado durante un tiempo hablar sobre «Matrix». Matrix es el entorno virtual en el que vive su consciencia, pero para él y su sociedad, Matrix no existe. Ellos no saben que están metidos dentro, y se piensan que están en 1999 (cuando en realidad toda la trama sucede en el futuro). 

Sobre Matrix no hay pruebas y, sin embargo parece la respuesta a todo. Es un mal estar continuo en la cabeza de Neo. Buscando conocer a qué hace referencia la Matrix (y respuestas sobre su atracción al mismo), Neo se involucra con lo que parece una banda de hackers altamente entrenados en combate y filosofía de barrio. De este modo conoce a Trinity y a Morpheo. Es este último quien, para rastrear el cuerpo físico de Neo en la realidad, le da a elegir entre dos pastillas:

La primera, la pastilla azul, actúa como un borrado de memoria. Si la toma, despertará sin recuerdos y se olvidará de la búsqueda de Matrix. Dará el mundo por sentado y no se hará preguntas absurdas sobre qué es la Matrix. En definitiva, vivirá su vida inconsciente a la realidad.

La segunda pastilla, la pastilla roja, además de actuar como rastreador del cuerpo de Neo fuera de Matrix, le permitirá salir. Ver Matrix desde fuera, aprender, darse cuenta de la realidad, pero no volver nunca. Solo puede tomar una decisión, y ambas son excluyentes.



Análisis

Matrix puso en debate de manera nada sutil el cuestionamiento entre la realidad y la ficción. Unos asuntos que ahora no parecen distantes, sino todo lo contrario: más bien próximos. Todos estamos conectados a un inmenso cerebro que es internet, con esas extensiones generadoras de ilusiones y deseos que son las aplicaciones y las redes sociales. En la actualidad, las personas están siendo influenciadas en sus gustos y necesidades por la multitud de impulsos que alimentan los contenidos de estos supuestos servicios que vemos a diario en este planeta/pantalla que hemos creado. La realidad, esa cosa incómoda que existe a nuestro alrededor, nos comienza a resultar más hostil que los espejismos derivados del código binario (una imagen icónica de la película), donde muchos se sienten más a gusto –como demuestran esos jugadores capaces de sumergirse durante horas en un videojuego–. 

Pero «The Matrix» también sacaba a relucir el tema de la libertad. Sobre todo en lo que tiene que ver con nuestra capacidad para elegir y, sobre todo, si elegimos nosotros. ¿O, acaso, son los algoritmos, de Google y otras compañías, que predeterminan lo que nos puede gustar o nos anima a consumir ciertos productos, privándonos de más posibilidades de elección? Y aquí está el hueso del asunto: ¿que son los algoritmos si no el programa de una máquina?

Por esta reflexión, la cinta se adentra en otro tema, también reciente, el de la manipulación de nuestras mentes (lo que nos llevaría a otro filósofo al que se hace referencia: Descartes) a través de esa metáfora que supone el sueño, el despertar y la confusión que enreda nuestras ideas y pensamientos. En la película quienes introducen estos mensajes, destinados a que el hombre no encuentre la puerta de salida de su pesadilla casi kafkiana, son los robots. Pero en la dimensión de nuestra realidad, las «fake news», un «reboot» sofisticado de la mentira tradicional, desempeñan ese papel. Un intento destinado a que las masas se inclinen por una opinión, o la contraria, sin tener en cuenta cuál es su voluntad o necesidades reales.

De esta manera Matrix, más allá del aprendizaje que cada cual quiera extraer, plantea una cuestión fundamental: la tarea de elegir entre el mundo ficticio cuidadosamente diseñado por quienes disponen de las herramientas sociales, políticas o mediáticas para ello. O por el contrario, elegir la verdad. Menos atractiva y que además incluye la dificultad añadida de que exige un compromiso y una responsabilidad propia y con los demás. 

En Matrix la pastilla Azul representa la conformidad, que permitirá desarrollarte cómodamente sin contradicciones ni que temerosos agentes de negro te persigan. Si te ciñes a todo aquello que desde las altas esferas esperan que hagas, sin cuestionar ni disentir, Matrix te compensará. El programa es tan perfecto que no vas a notar que nada es real, que todo aquello que estás haciendo no forma parte de un complejo diseño matemático. Creerás ciegamente todo aquello que dices, aunque estés externamente diseñado para ello.

Por otro lado la pastilla Roja representa la libertad, pero previo acto de desobediencia, exige responsabilidad y compromiso. Contra los mentirosos y las comodidades. La libertad duele. Duele como ese abrir de ojos de Neo, pues despertar después de un plácido sueño es tedioso. Sin embargo, haciendo alusión al respeto en su sentido etimológico; a ese re-mirar (re-spectrum).

Ese volver a mirar que, imaginándonos en el final de la vida podemos hacer acerca del camino por recorrer, se abren siempre dos opciones: 

Consumirse en una reconfortante mentira o sobrevivir en una dolorosa verdad.


¿Qué pastilla Prefieres?