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Biohacking, el primer paso hacia el Transhumanismo

Tu mente es software – prográmala
Tu cuerpo es una carcasa – cámbialo
La muerte es una enfermedad – cúrala

¿Te consideras una persona feliz? Una persona que no tiene preocupaciones vitales, que no sufre enfermedades, y que está a gusto con su propio cuerpo. Mira a tu alrededor. Tu familia, tus amigos, ¿son felices?

Los humanos llevamos miles de años evolucionando, pero no nos podemos considerar una especie perfecta. Millones de personas pasan hambre, sufren enfermedades, injusticias y otras carencias. En el ciclo del Universo tenemos una vida corta que apenas llega a los 100 años, y sólo 30 o 40 de esos años pueden considerarse juventud plena. Muchas personas tienen un trabajo que odian porque su inteligencia o su físico no dan más de sí.

Es la esencia de la condición humana, sobre la que se sustentan las clases sociales, las ideas políticas y las religiones. Una condición humana de la que renegamos: el Elixir de la Vida, el Santo Grial, la Fuente de la Eterna Juventud, Frankenstein… Mitos y leyendas que buscan ir más allá de los límites de la Naturaleza. Hoy en día pueden convertirse en realidad con ayuda del biohacking.

La Humanidad, desde el principio de los tiempos, ha perseguido la inmortalidad y la juventud eterna. Por primera vez en la historia de nuestra especie podemos atisbar un futuro en el que habremos vencido a todas las enfermedades, al envejecimiento e incluso a la muerte, con ayuda de la tecnología. Entonces dejaremos de ser humanos para convertirnos en transhumanos. Un primer paso hacia el posthumanismo, en donde la Humanidad podría prescindir de su propio cuerpo y vivir eternamente como datos en una red neurológica, o desprendernos por completo de nuestra condición de seres vivos, gracias a la Inteligencia Artificial.

El biohacking, también conocido con el nombre de Biología DIY (hazlo tu mismo) o DIYbio, tiene como objetivo mejorar nuestra condición humana poniendo al alcance de todo el mundo la nanotecnología, ingeniería genética, e implantes tecnológicos: chips, sensores, máquinas y otros mecanismos que nos permitan superar los límites físicos e intelectuales.

Es importante distinguir entre la medicina tradicional y el biohacking o la Biología DIY, que defienden el concepto de "hágalo usted mismo". Desarrollar implantes, chips, medicinas, alteraciones de ADN y otros mecanismos que tu mismo puedes implantarte en tu propio cuerpo para superar una limitación física o intelectual. El biohacking ético defiende estas prácticas siempre que no pongan en peligro nuestra salud, como puede ser el uso de chips bajo la piel para identificarnos o para medir nuestros niveles de glucosa. Los biohackers se construyen su propio laboratorio biológico casero con instrucciones paso a paso para montar tu propio microscopio, incubadora o centrifugadora.

El transhumanismo no sólo provoca conflictos éticos a la ciencia. ¡Imagina lo que supone para las religiones! Durante siglos la religión ha ido asimilando las certezas científicas con más o menos tranquilidad. La mayoría de los teólogos aceptan que la Tierra tiene millones de años y que el Hombre no proviene de Adán y Eva. Pero el transhumanismo defiende que en un futuro podremos prescindir de nuestro cuerpo y sustituirlo por chips, sensores, e implantes, e incluso descargar nuestra mente en una red de datos. Si algún día eso se convierte en realidad… ¿dónde queda el concepto de alma? ¿Y el de libre albedrío y destino, pilares de casi todas las religiones?

El transhumanismo es un concepto transgresor, pero no quiere pelearse ni con la religión ni con la ciencia. El biohacking es una forma de poner en práctica el transhumanismo. Y como ocurre con los hackers informáticos, hay biohackers que siguen unas normas éticas, y otros que no lo hacen.

¿Se puede definir a un biohacker? El concepto es similar al del hacker informático, pero aplicado a la biología. Un biohacker defiende que la tecnología aplicada a la curación y mejora del ser humano debe estar disponible para todo el mundo, no sólo para los científicos o las empresas farmacéuticas. Y la forma de conseguirlo es mediante el DIY o la medicina doméstica: la biología aplicada en casa por personas que no tienen por qué ser científicos. Es lo que se conoce con el nombre de ciencia ciudadana.

Es en cierto modo una vuelta al pasado para avanzar hacia el futuro. Un futuro que quizá nos lleve a la pérdida de nuestra Humanidad, tal como la conocemos. ¿Estamos preparados para ello?


Fuente: ticbeat